Todos alguna vez en nuestra vida
hemos escrito algo para alguien. Ya sea un trabajo que nos dejo un profesor,
una carta de amor para esa persona especial, un pedido en la lista de compras o
hasta un pensamiento para nosotros mismos, como un recordatorio o hasta un
diario.
Pero en aquellas situaciones,
cabria preguntarse cuantas veces nos han mal interpretado. La mal interpretación
normalmente se da en el habla, cuando estamos charlando con alguien. Y
normalmente este error es causado por la falta de “especificación” de lo que
nos referimos, o en todo caso la falta de atención al contexto en el que se
desarrolla la charla.
Sin embargo, al momento de
comunicarnos de manera escrita, tenemos una oportunidad de darnos a entender,
pues podemos revisar una y otra vez, lo que estamos escribiendo, cosa que en el
habla no ocurre, pues si te equivocas de una palabra, no la puedes borrar ya
que esta dicha. Quizá solo funcionaria disculparte y decir lo que realmente querías
decir.
Cuando tú escribes, tienes que
tener en cuenta que no es lo mismo al hablar directamente con la persona, pues
el habla presencial lleva consigo muchas otras señales como la comunicación corporal.
La mejor forma de evitar caer en mal entendidos mediante la escritura, es leer
más de una vez todo lo que has escrito antes de que llegue al otro lector.
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